lunes, 25 de febrero de 2013

El mundo se va a la mierda... y yo no tengo cocina

Después de un título completamente desproporcionado... pues eso, que no tengo cocina.



   Por norma general, esperaría hasta mas tarde para escribir, pero que cojones, me encuentro animado. Hoy, según acabo mis clases de interpretación (que de interpretar poco... por que nos hemos tirado la clase hablando con un director, que, aunque parece buen mozo, yo tres horas sin hacer nada, pues no las aguanto), me dirijo a mi nueva madriguera semanal, la cual pintaba bien, pero nada más lejos de la realidad.


   En primer lugar, esto está lleno de habitaciones llenas de chavales universitarios, lo cual, no me hace gracia. No se por qué siento cierto rechazo hacia la gente de mi edad. Pero la cosa sigue, y es que es por todos conocido que a la gente joven no nos gusta cocinar, a lo que la gente encargada de la residencia se le ocurre la feliz idea de poner solo un triste microondas (espero que en las demás habitaciones estén mejor equipadas), aparato que odio, desprecio, detesto y todos los malos adjetivos que se os ocurran. No me jodáis, acabo de comprar filetes... ¿y no puedo cocinarlos?. Suerte que compré ensalada de esta que ya viene lavada y más seca que el pañal de una muñeca, y lo bueno es que me gusta, y más valdrá por que esa va a ser mi dieta de toooda la semana, sin contar el vino y las manzanas.


   Por otra parte, de seguro que las habitaciones han de estar separadas por tabiques cuán ancho debe ser equivalente al grosor de un papel de fumar. Osea que todo sonido que yo haga, lo escuchará el vecino. ¡Ah!, y que preciosas ventanas, con unas persianas que me gustaría tener subidas, pero hacen semejante jolgorio al desplazarse que párese usted a bajarlas a las tres de la mañana, que seguramente será a la hora a la que me acabe acostando con toda la última temporada de Dexter por delante.


    Lo curioso, es que entre todo el menaje de cocina, se hallan objetos como un descorchador de vino (¡claro que si! para el calimocho, por que de otra cosa no entienden los estudiantes), una espumadera para una cocina inexistente, un abrelatas (a falta de fuego... conservas) y lo mas cachondo, en vez de vasos como Dios manda, ponen un par de copas de champán.


   Pero no todo es malo, tengo una conexión a tope de barritas y de 11 megas señores. Todo un lujazo amigos, y no lo digo en coña. Así que bueno, compartiré el hambre con mucho entretenimiento online. Venga coñas aparte, estoy de buen humor, y joder, son solo unos días. No me viene mal alimentarme solo de verdura una semana.

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