martes, 19 de febrero de 2013

Ahí vamos de nuevo

   Y casi después de un año, incontables promesas incumplidas y un vaso de vino en la mano, me dispongo a contar mi aburrida vida.


   Mí última entrada data de agosto del 2012 (al final, el mundo no se ha acabado, pero no os preocupéis, habrá profecías y fines del mundo de aquí a mañana), así que no he contado muchas de las cosas que han acontecido en mi vida. En otra entrada había comentado que encontré la pasión de mi vida en el teatro, y que estaba temeroso de perder la pasión por el mismo. Pues bien, así comenzó septiembre, se reanudaron las clases de teatro, y tras semanas de decepciones y discusiones con la directora acabé por volver a mi rutina de desesperación y tristeza. La ira y el odio me afectan hasta tal punto que no me dejan dormir con normalidad, invaden mis pensamientos y no me dejan desarrollar mi vida.


   Hoy mismo he comenzado un curso en una ciudad vecina y la verdad, la experiencia no ha podido ser mejor. El profesor me agrada mucho, y los compañeros me encantan. De momento todo apunta a que esto irá bien, pero quien sabe como acabará, ya que rotamos de profesores.


  A veces pienso que me vendría bien  echarme una novia o algo, pero no tengo esperanzas en ninguna relación, creo que todo es una cuenta atrás hacia la desgracia. Pero deseo estar junto con alguien que escuche todas mis mierdas, que la única que me escucha es pagando joder (psicóloga). Y la última que me escuchaba creo que se cansó de mí y ahora no se de ella. Mierda, ¿por que me pasa esto? ¿como he acabado así, ebrio y deprimido contándote mis penas querido lector?. Quien sabe, prefiero creer que alguien o algo me está castigando por mis errores, al menos así, mejoro como persona. Solo soy un gilipollas más en este mundo lleno de anormales. Bueno, al menos con los que me he encontrado. Joder, estoy muy cansado de llevarme ostias seguido.


   ¿Y que he dicho en toda esta parrafada? pues nada. Solo un motón de gilipolleces que a nadie le interesan. Me siento solo...muy solo... nada más que decir, supongo que esa frase resume todo mi malestar actual.

Saludos

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