Para empezar, me he saltado las entradas de construcción, y es que como suelo hacer tantos cambios sobre la marcha y en la misma sesión de trabajo que no me compensa emocionalmente tener que hacer un parón para comentarlo por aquí. Pero como contra medida, he ido sacando fotos que, a groso modo iré comentando.
Piezas recortadas y tratadas |
Antes de ponerle una base |
Las patas de marras |
Tras decidir barnizarlo color wenge (a mi me encanta, le da un toque rustico y resistente) no faltaron los problemas, pues el barniz se coló en las ranuras y hubo que lijar todas y cada una de ellas para que volvieran a encajar. Superado este inconveniente solo quedaba ensamblarlo y darle el uso para lo que fue construido... ¡pero! ya que mi amado abuelo esta enfermo, aunque ya buenamente recuperado a estas alturas. Era carpintero, y de el aprendí muchas cosas. Se me ocurrió regalárselo. Sé que le haría ilusión, y aunque es hombre de pocas palabras, la procesión va por dentro.
El caso es que no solo se me ocurrió dárselo, si no que le grabaría su nombre en el mueble, en la balda superior concretamente. Y con toda la buena intención del mundo, decidí grabarme grabando y editarlo con música. La verdad es que
es un regalo que hago a mis lectores y para compensar de alguna manera mi asquerosa inactividad y falta de constancia. En fin, Aquí el vídeo.
Así es como ha quedado al final, tras tanto retraso |
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